¿Que opinan mis clientes?

Experiencias muy personales...

A continuación un breve extracto de algunas de las opiniones de personas a las que he tenido el privilegio de conocer y quienes me han permitido acompañarles, aunque breve e intensamente, en su camino.

Agradezco que a pesar del respeto a su intimidad y  confidencialidad hayan permitido que se publiquen en su nombre.

"Si quieres ir rápido, camina sólo.

Si quieres llegar lejos, ve acompañado."

Proverbio Africano

Alejandra, 25 años.

Acudí a Bernard en un momento de mi vida en el que estaba atravesando una ruptura amorosa y me hallaba con mucha ansiedad y frustración.

Fue todo un acierto, tanto por lo cómoda que me sentí durante la terapia así como por los consejos que recibí tan eficientes que note cambios de animo positivos el mismo día. Bernard es una persona muy profesional, atento, y hace que la consulta sea muy agradable.

Gracias a él, e enfocado mi vida hacia un estilo más positivo y sobre todo aprendido a sobreponerme a adversidades con mayor facilidad. Lo que más destacaría de su terapia, es que te da herramientas para que superes obstáculos y afrontes los problemas tú solo. Súper recomendado.

Pedro, 50 años.

Llevaba varios años intentado solucionar algunos problemas, emocionales de relación y creencias limitantes, gracias a Bernhard con sus técnicas y conocimientos, he conseguido mejorar muchísimo mi estado de ánimo en una o dos sesiones lo que a mí me parecía imposible. Han desaparecido emociones y pensamientos limitantes como: el juicio interno continuo, la intranquilidad, gran parte de inseguridad, incertidumbre, falta de autoestima, pensamientos obsesivos y lo más importante para mí, muchos de los miedos que estas emociones causaban ya no los siento; POR PRIMERA VEZ EN MUCHISIMOS AÑOS ME SIENTO LIBRE, EN AUTENTICA PAZ INTERNA y TRANQUILIDAD, Y por fin veo QUE LAS COSAS SE PUEDEN SOLUCIONAR, CONFIANZA EN MI MISMO Y MIS POSIBILIDADES. Y aunque aún me quedan algunas cosas por cambiar y solucionar; sé que Bernhard tiene el método y la capacidad para conseguirlo. Cosa que NO CONSIGUIERON otras muchas técnicas y varios profesionales de la psicología. Con Bernhard todo se ha conseguido de una manera SENCILLA, MUY RAPIDA y EFICAZ. Increíble, pero cierto.

Siempre encuentra la manera de ayudarte y acompañarte con sus conocimientos, te lleva a reflexionar y mirar todo con distinto punto de vista y aunque alguna vez incluso me ha hecho llorar, siempre sales de las sesiones, con la seguridad de haber cambiado y mejorado algo de lo que querías o necesitabas cambiar.  Nunca podre agradecerle en la misma medida que él ha mejorado mi vida, GRACIAS de todo corazón.

Paul, 52 años.

Nunca me ha gustado ni la filosofía, ni la psicología y mucho menos los temas espirituales, aunque tengo que admitir que es asombroso lo que descubres de ti mismo y los demás. Es la primera vez que asisto a sesiones así y no me arrepiento para nada, todo lo contrario. Fui a ver a Bernhard por recomendación de un amigo y me llevo cosas buenas y no tan buenas, pero el balance es muy positivo. Me he dado cuenta de muchos puntos para mejorar como persona, tanto conmigo mismo, como con mi familia, mis relaciones y en mi trabajo.

Me gustaría poder describir mejor lo vivido y aprendido. Nada nuevo y aun así todo desconocido. Ahora toca poner en práctica lo reflexionado y aprendido. Será difícil, pero merece la pena a pesar de haberme quedado algo desubicado y confuso al principio. Prefería las cosas impuestas y no tener tanta elección y responsabilidad. Ahora sé que justo esa libertad conlleva la responsabilidad y viceversa. Cada persona es un mundo y cuesta ser sincero con uno mismo y los demás. Parece mentira que los encuentros con Bernhard tengan tanto impacto. Por fin soy consciente que soy yo quien decide y quien elige.

Kai, 28 años.

Es curioso lo que hace el Karma. Piensas que no vas a aprender gran cosa y terminas con una lección para toda tu vida. En mi caso fui casi obligado por mi familia tras haber recurrido a otros profesionales clínicos sin lograr gran cosa. Al principio me chocó bastante el enfoque de Bernhard tan filosófico y sin las típicas “etiquetas sindromendiales”, pero después de pocos minutos dio justo en el clavo y gracias a él empecé a ver mi propia vida desde otra perspectiva. Jamás imaginaría que alguien fuera capaz de abrirme no solo los ojos, si no la mente, el corazón y hasta incluso el alma. No sé si hubiera podido conseguir dejar las drogas y “mala vida” sin el apoyo de Bernhard, pero seguramente no lo habría hecho tan pronto.

Mi vida, y con ella la de mi familia, ha cambiado por completo y estoy encantado y muy agradecido por ello. Muchas gracias Bernhard por tu entrega, compasión, comprensión y apoyo.  

Rachel, 39 años.

Llevaba años haciéndome la misma pregunta, ¿Qué hago mal? ¿Por qué no sé escoger nunca a mis parejas? Qué mala suerte tengo en el terreno del amor. Siempre acabo metida en relaciones que  se frustran o que me hacen infeliz. Llegué a Bernhard a través de un amigo que había sido cliente suyo y que me convenció de que con su manera de trabajar las cosas mejorarían, como le había ocurrido a él. Aunque un poco reacia decidí probar y la verdad, tengo que admitir que desde la primera sesión mi vida experimentó un cambio.

Bernhard me hizo darme cuenta de que las cosas solo cambian si tú haces que cambien. Me dotó de herramientas que me permitieron entender y comenzar a cambiar actitudes y sentimientos que me acaban conduciendo a situaciones que se repetían una y otra vez en mi vida.

Ahora me siento más segura y sé que soy yo la única que puedo hacer cambiar las cosas. Por primera vez me siento dueña de mi destino y mucho más feliz.

Gracias por hacer que la vida me vuelva a sonreír. 

María y Carlos...

Acudimos a Bernhard desesperados y con apenas expectativas de conseguir solucionar la situación insostenible que había en casa con nuestro hijo mayor.

Su adolescencia estaba siendo muy muy difícil y estaba llevándonos a todos al límite. No cumplía horarios, había noches que incluso no dormía en casa y ni siquiera nos avisaba. No nos gustaban sus relaciones a las que ni siquiera conocíamos y sus notas, que nunca fueron magníficas, habían caído en picado. Cualquier pregunta la vivía como una intromisión y una falta de confianza en él. No éramos capaces de entablar una conversación que no acabase en discusión e incluso pelea. Empezó a amenazar con irse de casa y lo peor es que empezamos hasta pensar que sería deseable… Su hermana pequeña también empezó a sufrir con esta situación hasta tal extremo de manifestar su miedo y odio hacia su hermano.

Fue entonces cuando la psicóloga del cole nos aconsejó acudir a un coach para ayudarnos en nuestra relación con nuestro hijo. Tras un par de sesiones con Bernhard y siguiendo las pautas que nos dio logramos que nuestro hijo comenzara a ser mentorizado por Bernhard. Fue un punto de inflexión y sería injusta si no admitiera que hubo un antes y un después tras unas pocas sesiones. Hemos aprendido a comunicarnos mucho mejor y restablecer ese vínculo que temíamos haber perdido. Seguimos trabajando como familia y nuestro hijo sigue mejorando en cada sesión. ¡Gracias Bernhard!